9 El objeto directo

9.1  Gramática básica: El objeto directo

En el Capítulo 8, se presentó que algunas acciones implican la participación de más de una entidad (cosa o persona) para realizarse.

En español cuando el verbo (sin preposición) incluye dos entidades (sustantivos) en la realización de la acción, y el sujeto es la entidad más activa en la realización de la acción, la otra entidad se expresa gramaticalmente como el OBJETO DIRECTO.  En el caso de muchas acciones así, no se puede formar la oración sin la expresión explícita del objeto directo.  Observe que el objeto directo puede ser una cosa o una persona, depende de la lógica del evento.

¿Dónde está Ana?

(1)    Ana busca las llaves.

NO:  *Ana busca         ¿Ana busca QUÉ?

¿Qué pasó en la fiesta?

(2)    Ana y Pedro conocieron a mi hermano.

NO:  *Ana y Pedro conocieron.      ¿Ana y Pedro conocieron A QUIÉN?

 

Algunas acciones que implican la participación de dos entidades (sustantivos) se pueden expresar con O sin el objeto directo explícito.  Cuando el objeto directo no se expresa explícitamente, se entiende que hay un objeto directo implícito en la realización de la acción:

¿Dónde está Ana?

(3)   Ana estudia sus lecciones de biología.

(4)   Ana estudia.   >  ella estudia ALGO

(5)   Ana come el pastel de chocolate.

(6)   Ana come.     >   ella come ALGO

 

Como en el caso de cualquier sustantivo, se puede expresar el objeto directo en forma de sustantivo explícito O en forma de pronombre.  El uso del sustantivo explícito o del pronombre depende de la presentación de la entidad en la conversación. La primera mención de la entidad se hace en forma de un sustantivo (ej. Ana, las llaves), y la referencia de esa entidad que sigue en la conversación se hace en forma de pronombre (ej. ella/Ø, las):

HABLANTE A:   ¿Dónde está Ana?

HABLANTE B:  Busca las llaves.

HABLANTE A:   ¿Ella no las puede encontrar?

HABLANTE B:  No,  las perdió en la cocina.

 

Como se presentó en (1)-(5) el orden de palabras de las oraciones que incluyen un objeto directo explícito suele ser Sujeto – Verbo – Objeto.  Sin embargo, como cualquier oración declarativa de español, el orden de palabras no es tan rígido como el inglés, y si se expresa el objeto en forma de pronombre, el orden de palabras depende de factores relacionados con la conjugación y la estructura de la expresión verbal.

A continuación se presentarán unos detalles específicos de la gramática de las oraciones con el objeto directo y las reglas del uso de los pronombres de objeto directo en español.

9.1.1    «A personal»

 En español cuando se expresa el objeto directo y es una persona (o animal querido), se marca el objeto directo con la «a personal».  En este caso, esta forma de «a» no es una preposición, sino forma parte de la expresión del sustantivo-objeto.

(7)   Ana y Pedro conocieron a mi hermano.

(8)   Caperucita Roja va a visitar a su abuela.

(9)   Nunca he llamado a la profesora por teléfono.

(10)   Llevamos a nuestro perro todos los días al parque para jugar.

Observe que no se usa la «a personal» con el verbo «tener», ni con «ser» o «haber»:

(11)   Ana tiene un hermano.

(12)   Ana es profesora de música.

(13)   Hay una profesora en la clase.

Finalmente, sí es posible expresar el objeto directo-persona sin la «a personal», pero en casos limitados en los que el objeto directo es una entidad INDETERMINADA. Observe que cuando «alguien» y «nadie» tiene el rol de objeto directo, el uso de la «a personal» es obligatorio.

(14)  Buscamos una niñera para nuestros hijos.      (cualquier persona)

(15)  Ana necesita una tutora porque no entiende la tarea.      (cualquier persona)

(16)  Buscamos a alguien para nuestros hijos.

NO:  *Buscamos alguien…..

(17)   No encontramos a nadie para nuestros hijos.

NO:  *No encontramos nadie…..

 

9.1.2  El Pronombre de Objeto Directo

El inventario de los pronombres de objeto directo (POD) en español es el siguiente:

   me         te          nos          lo/la          los/las          vos: te          vosotros: os   

En el contexto de una conversación o narrativa, se usa el POD en las oraciones que seleccionan un objeto directo para referirse a una entidad ya presentada en el discurso. Esto es, no se usa un POD para referirse a una entidad mencionada por primera vez en la conversación.

(18) Caperucita se fue de casa y caminó por el bosque. Un lobo la vio y pensó que podía ayudarla.

El orden de palabras de los pronombres del objeto directo (respecto al verbo) depende de la conjugación y la estructura del verbo que «selecciona» el objeto.

Si la expresión verbal es simple y conjugada o se expresa con una de las expresiones verbales que emplean HABER + participio pasadoel pronombre se ubica en la posición PRE-verbal (antes del verbo); no es posible ubicar el pronombre después del verbo o después del participio pasado:

¿Conoces a mi hermano?

(19)  Sí,  lo conocí en la fiesta de Pablo.

NO:   Conocí lo en la fiesta de Pablo.

(20)   Sí, lo había conocido antes de tu boda.

NO:  *Había conocidolo antes de tu boda.

 

Si la expresión verbal es simple y NO-conjugada (infinitivo o gerundio) o se expresa con el imperativo, el pronombre se ubica en la posición POS-verbal (después del verbo). Observe que cuando escribimos el pronombre, aparece junto a la expresión verbal (a veces un acento marcado es necesario para reflejar la pronunciación correcta):

(21)  Ana toma la botella para cerrarla bien.

(22)  Ana devolvió la botella al estante, cerrándola firmemente.

(23)   La botella se va a derramar…..¡ciérrala!

 

Finalmente, si la expresión verbal es compleja–o sea, una expresión temporal o modal que se expresa con el el gerundio o el infinitivo–se puede ubicar el pronombre antes del verbo conjugado de la expresión O después del infinitivo/gerundio de la expresión, pero nunca en medio de los componentes verbales de la expresión.

¿Dónde están las llaves?

(24)  Ana las está buscando.  /  Ana está buscándolas.

NO:  *Ana está las buscando.

(25)  Ana las va a buscar.   /   Ana va a buscarlas.

NO:  *Ana va a las buscar.

(26)  Ana las puede buscar.  /  Ana puede buscarlas.

NO:  *Ana puede las buscar.

 

9.2  Gramática avanzada:  El objeto directo

En el Capítulo 8 se ha presentado que algunas acciones se realizan (lógicamente) con la participación de DOS entidades, y que gramaticalmente, estas entidades se expresan como el SUJETO de la oración y el OBJETO de la oración.  En español, hay tres estructuras que pueden acomodar la expresión de un objeto:  los verbos transitivos, los verbos de régimen y los verbos de tipo GUSTAR.  En este capítulo se presentan los detalles gramaticales de los verbos transitivos–o sea, el tipo de verbo que expresa una de las entidades como el OBJETO DIRECTO.

Como ya se ha visto en los capítulos anteriores, el objeto directo es la entidad que sirve de complemento de un verbo transitivo. Puede ser una entidad inanimada o animada, incluso el ser humano.

Modelo del predicado transitivo

(1)   En la mañana preparo el desayuno.

(2)  En la mañana despierto a mi esposo a las 7.

(3)  La semana pasada mis padres conocieron a los padres de mi novio.

(4)  Mi abuela me hizo un pastel de chocolate para mi cumpleaños.

(5)  Mis amigos me recomendaron la nueva película de Almodóvar.

 

Cuando un/a hablante de español quiere expresar el objeto directo, se puede usar una frase nominal (sustantivo + material relacionado), un pronombre de objeto directo o una frase que tiene función nominal, o sea el infinitivo o cláusula QUE:

(6)  Ana siempre despierta a sus hijos a las 7.

(7)  Ana siempre los despierta a las 7.

(8)  Ana quiere esa cama.   /   Ana la quiere.

(9)  Ana quiere dormir en esa cama.

(10)  Ana quiere que duermas en esa cama.

A continuación, se presentan las reglas gramaticales del uso del objeto directo y del pronombre del objeto en español desde una perspectiva gramatical avanzada. En los casos relevantes, se destaca la diferencia entre el español y el inglés en cuanto a la expresión del objeto directo y de los pronombres, y se presentan unos detalles de la variación regional que es común en relación con el tema de la expresión del objeto directo.

 

9.2.1   El objeto directo:  cosa v. persona/ser querido

En la expresión formal del español, se nota una diferencia entre la expresión de un objeto directo COSA y la expresión de un objeto directo PERSONA:  la persona (o ser querido) suele expresarse con la partícula «a».  En la gramática básica esta partícula se llama la «a personal»:

(11)  Ana lleva el pastel a la fiesta.

(12)  Ana lleva a su abuela a la fiesta.

(13)  Ana busca las llaves.

(14)  Ana busca a tres estudiantes.

Es importante notar que esta partícula «a» no es una preposición, sino sirve para marcar a una persona con el rol de objeto en la oración. Considera lo que pasa si cambiamos el orden de palabras:

(15)  ¿Lleva María su madre al médico?

En (15) ¿quién lleva a quién al médico?  Sin el uso de la «a personal» a veces puede ser difícil entender quién es el sujeto y quién es el objeto de la acción.  Con la «a personal» la referencia del objeto directo queda más clara–es María que lleva a su madre:

(16)  ¿Lleva María a su madre?

 

Sin embargo, hay ejemplos del español en los que el/a hablante no usa la «a personal» para expresar el objeto directo-persona de una acción:

(17)   Buscamos una niñera para nuestros hijos.

(18)   El gobierno necesita un senador para el debate.

Si se consideran los ejemplos de (17) y (18), se empieza a entender mejor para qué sirve la «a personal»: sirve para marcar un objeto directo-persona que tiene referencia ESPECÍFICA / DETERMINADA en la conversación.  Si el objeto directo es una entidad INDETERMINADA (cualquier persona), la «a personal» no se expresa.

En el caso de dos oraciones parecidas sin y con la «a personal», la interpretación de la oración cambia.  En las oraciones de (19) y (20), sin la expresión de la «a personal» se entiende que buscas a CUALQUIER mujer mexicana, pero con la expresión de la «a personal» se entiende que buscas a una mujer mexicana ESPECÍFICA.

¿Qué buscas?

(19)  Busco una mujer mexicana.   >   puede ser CUALQUIER mujer mexicana

(20)  Busco a una mujer mexicana.  >  buscamos a una mujer mexicana ESPECÍFICA

En la mayoría de los casos, hablamos de manera específica y por eso, solemos usar la «a personal» para expresar un objeto-directo persona en español.  Sin embargo, es importante notar que sí es posible expresarlo sin la «a personal» y que la falta de la «a personal» se interpreta de manera distinta.

 

9.2.2    El pronombre del objeto directo:  pronombre átono v. tónico

En la sección 9.1.2, se presentó el inventario de pronombres de objeto directo, el uso básico, y las reglas sobre la ubicación del pronombre en la oración simple del español. Para resumir, el pronombre de objeto directo (i.e. me, te, lo, la, nos, los, las) se emplea para expresar un objeto directo cuya referencia ya se ha presentado en el discurso y se ubica en relación con la expresión verbal según factores relacionados con la conjugación del verbo y la complejidad de la estructura verbal:

(21) Caperucita se fue de casa y caminó por el bosque. Un lobo la vio y pensó que podía ayudarla  / la podía ayudar.

En esta sección (9.2.2) se consideran los pronombres de objeto directo desde una perspectiva avanzada y se examinan algunas reglas relacionadas con el tipo de pronombre y su ubicación en la oración simple del español.

Primero, el inventario de pronombres de objeto directo en español–me, te, lo, la, nos, los, las–se consideran pronombres átonos (débiles) porque no se pueden expresar sin la presencia de un verbo conjugado o no-conjugado (infinitivo/gerundio).  En el caso de expresar el objeto directo como su propia frase, se usa el pronombre tónico (fuerte), como en (24).

 Estoy buscando a Ana.  ¿A quién viste en la biblioteca?

(22)  La vi.

(23)  *A la.

(24)  A ella.

Con este ejemplo en (24) se entiende que los pronombres tónicos (fuertes)–mí, ti, él, ella, usted, nosotros, etc–también pueden expresarse como el objeto directo.  Sin embargo, a diferencia del inglés, la forma por defecto que usamos en la oración simple del español es la forma ÁTONA:

Busco a Ana.  ¿A quién viste en la biblioteca?

(25)  *Vi a ella.

(26)  La vi.

(27)  *¿Invitas a mí a tu fiesta?

(28)  ¿Me invitas a tu fiesta?

Para hacer una expresión contrastiva, es posible incluir el pronombre tónico (fuerte) en la expresión–pero como ya se ha visto en (25), no es posible expresar el pronombre tónico (fuerte) sin expresar el pronombre átono (débil) del objeto directo:

Estoy buscando a Pedro y Ana. ¿A quién viste en la biblioteca?

(29)  La vi a ella.

NO:  *Vi a ella

¿Juan invitó a tu esposo?

(30)  No, me invitó a mí.

NO: *Invitó a mí.

RESUMEN

Hay dos tipos de pronombres de objeto en español:  los pronomobres ÁTONOS (débiles) y los pronombres TÓNICOS (fuertes).

Tónico:  Lleva un acento léxico; puede servir de frase independiente (frase nominal) sin respaldarse de un verbo

Átono: No lleva acento léxico; no puede servir de frase independiente, forma parte de la expresión verbal completa

Pronombre de objeto directo: átono Pronombre de objeto, tónico
me
te ti
lo / la usted
lo / la él / ella
nos nosotros
los / las ellos / ellas
te vos
os vosotros

Los pronombres átonos son los que usamos por defecto para expresar un objeto directo en una oración simple en español:

Caperucita se fue de casa.  El lobo la vio en el bosque.

NO:  *El lobo vio a ella.

La abuela de Caperucita vivía en el bosque.  Caperucita quería visitarla ese día.

NO:  *Caperucita quería visitar a ella….

Si se quiere usar el pronombre tónico para expresar el objeto directo en la oración simple, es obligatorio usar el pronomobre átono también:

Caperucita se fue de casa con su hermano.  El lobo la vio a ella en el bosque.

NO:  *El lobo vio a ella en el bosque.

Sin embargo, no es posible usar el pronombre átono si el verbo conjugado/no-conjugado no está expresado:

Caperucita se fue de casa.  ¿A quién vio el lobo en el bosque?

A ella.

NO:  *A la

 

 

Además de la diferencia de la reglas gramaticales en la expresión de los pronombres átonos (débiles) y los pronombres tónicos (fuertes) en español, si el contexto de la conversación requiere el orden de palabras Objeto Directo – Verbo, es obligatorio «reduplicar» la referencia del objeto directo con el pronombre átono:

(31)   Voy a comprar el libro de historia, pero el libro de arte no lo quiero.

NO:  …. pero *el libro de arte no quiero.

(32)   El lobo se comió a la abuela, pero a Caperucita la guardó en el armario.

NO:  …..pero *a Caperucita guardó en el armario.

 

9.2.3   Variación regional, expresión del pronombre de objeto directo

En el mundo de habla hispana, hay mucha variación en la expresión del sistema del objeto y la expresión de los pronombres átonos (débiles).  Mucha de esa variación está limitada a la expresión ORAL o a expresiones escritas informales.  Sin embargo, una de las variaciones más comunes que se emplea tanto en la expresión informal (escrita / oral) como en la expresión formal escrita está asociada con la expresión del pronombre del objeto directo.

En algunos dialectos regionales, se emplea la forma «le» (en vez de «lo») para referirse a un objeto directo, particularmente cuando la entidad es UNA PERSONA:

¿Conoces a mi hermano?

(33)  Sí, le conocí en la fiesta de Pablo.

¿Dónde está mi hermano?

(34)  Le vi en la biblioteca.

Este fenómeno de usar la forma de LE (o LES) para expresar el objeto directo se conoce como el LEÍSMO.  En diferentes dialectos regionales, el uso del leísmo puede ocurrir con cierta clase de objeto directo, o puede estar más extendido.  Por ejemplo, en el centro-norte de España el leísmo se limita al objeto directo que sea SER HUMANO, MASCULINO, SINGULAR.  Cuando el objeto directo es ser humano, femenino, singular, la forma estándar de «la» se emplea:

¿Dónde está Pedro?  /  ¿Dónde está Ana?

(35)   Le vi en la biblioteca.  /  La vi en la biblioteca.

Sin embargo en algunos dialectos de Suramérica, el leísmo se extiende a todo objeto directo que sea SER HUMANO.

¿Dónde está Pedro?  /  ¿Dónde está Ana?

(36)   Le vi en la biblioteca.  >  para referirse a Pedro O a Ana

Generalmente el leísmo más restringido (objeto directo masculino singular) forma parte de la gramática formal y escrita de muchos hablantes, y por eso aparece en todos tipos de textos literarios, académicos, y periodísticos.  Por ejemplo, en la clásica novela de Don Quixote, este tipo de leísmo–objeto directo, ser humano, masculino, singular–se presenta como el dialecto fundamental de la novela:

A los que he enamorado con la vista, he desengañado con las palabras. En ese mismo lugar donde ahora se cava la sepultura de Gristóstomo, me descubrió la bondad de su intención, le dije yo que la mía era vivir en perpetua soledad…Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le contentara, hiciera contra mi mejor intención y prosupuesto. 

i) …le dije yo que la mía era vivir en perpetua soledad.

ii)  Si yo le entretuviera, fuera falsa.

iii)  …si le contentara, hiciera contra mi mejor intención y prosupuesto.

En el primer caso de (i), el uso de «le» coincide con una referencia al OBJETO INDIRECTO, pero en los ejemplos (ii) y (iii) el uso de la forma «le» coincide con una referencia del OBJETO DIRECTO-ser humano-masculino-singular (referencia: Grisóstomo, un hombre).  Sin embargo, en esta misma narrativa, para referirse al OBJETO DIRECTO-ser humano-femenino-singular (referencia: Marcela, una mujer), se usa la forma estándar «la».

Los que hasta entonces no la habían visto la miraban con admiración y silencio, y los que ya estaban acostumbrados a verla no quedaron menos suspensos que los que nunca la habían visto. Mas, apenas la hubo visto Ambrosio, cuando, con muestras de ánimo indignado le dijo…

Resumen: El Leísmo

El leísmo es una de las variaciones gramaticales más comunes en la expresión de las oraciones simples del español. En vez de usar el pronombre típico del sistema formal para referirse al objeto directo (ej. «lo») se usa la forma «le».

Expresión no-leísta Expresión leísta
Ana lo conoció ayer. Ana le conoció ayer.
Pedro lo ayudó con su tarea. Pedro le ayudó con su tarea.
Ana la quiere conocer mañana Ana le quiere conocer mañana

Como se ha presentado, algunos dialectos regionales restringen esta simplificación de formas al objeto directo ser humano, masculino singular, pero otros dialectos aplican el leísmo de manera más extensiva, lo que resulta en un sistema pronominal más simplificado cuando una PERSONA tiene el rol de objeto en una oración: en estos sistemas leístas se usa UNA forma del pronombre átono, o sea «le» y «les» para referirse a cualquier persona que tenga el rol del objeto directo o del objeto indirecto.

Marcela le conoció en el bosque.      (objeto directo, referencia:  Gristóstomo)

Marcela le dio un libro.                     (objeto indirecto, referencia:  Gristóstomo)

En el sistema leísta, se mantiene el inventario diferenciado de los objetos directos e indirectos para referirse a COSAS, típico de los dialectos no-leístas del español (ie. lo, la, los, las  vs.  le, les).

Marcela lo tomó.                      (objeto directo, referencia:  el libro)

Marcela le puso un título.        (objeto indirecto, referencia:  el libro)

 

 

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Excepto cuando se especifiquen otros términos, Manual de gramática básica y avanzada del español por D. Thomas, PhD. y I. McAlister, MA. se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional.

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